Después de haber recorrido las dos islas de Nueva Zelanda de punta a punta, ya puedo tomar la decisión de cuál es mi lugar preferido del país. Y me cuesta creer que los propios neozelandeses digan que, precisamente lo que más me gustó, es una zona muy olvidada que se visita poco. La zona que más me gusta de Nueva Zelanda es The Catlins, y ahora os voy a explicar por qué:
Los Catlins es una zona de 1900 km², que ocupa tanto costas como bosques templados (parecen selvas). Recorrer los Catlins es toda una aventura, ya que está muy poco poblada y concentra una vida salvaje brutal. Puedes encontrarte con focas, lobos y leones marinos de Nueva Zelanda, pingüinos de ojos amarillos, pingüinos azules y delfines Héctor (únicos de Nueva Zelanda y los más pequeños del mundo), y muchísimas aves que actualmente están en peligro. Los Catlins desde luego que se han llevado una gran parte de mi corazón.
Vayamos punto por punto:
Fortrose
La primera parada de The Catlins si vienes desde Invercargill.
Llegamos unas horas antes del atardecer a un acantilado con un campo infinito de trigo, llamado Mataura River Mouth. Un lugar solitario, lento, con la brisa fresca marina, y con unas vistas muy bonitas. Un lugar perfecto para hacer un picnic y descansar.
Después de unas fotos bajamos del acantilado y nos fuimos al free campisite que hay a unos cinco minutos de Mataura River Mouth. Dormimos frente al mar, justo donde se pone el sol y donde el océano se encuentra con una laguna. Cuando baja la marea, se puede dar un paseo por la playa y llegar a unas formaciones rocosas curiosillas.
Waipapa point
Este es un faro situado en lo alto de un acantilado. Lo chulo de este sitio es que puedes bajar a la playa y si tienes suerte podrás encontrarte con unos leones marinos echándose la siesta. Nosotros vimos dos 🙂
Waipohatu Waterfall Track
Waipohatu es una ruta de senderismo de tres horas que te adentrará en toda una selva muy frondosa. Nada más entrar notas el calor y el olor a humedad que caracteriza las zonas tropicales. Por no hablar de la cacofonía ensordecedora de los zumbidos de los insectos mezclados con el canto y piar de las diferentes especies de pájaros. La sensación de haberte traslado a una selva se hace palpable para todos tus sentidos.
No es una ruta difícil pero tampoco es facilona, ya que tiene muchas subidas y bajadas por zonas resbaladizas que a veces se complican (nosotros en medio del camino tuvimos que sortear dos árboles caídos, uno de ellos cerca de un precipicio). Lo bueno es que el camino está señalizado con unas flechas naranjas, así que no tiene pérdida.
Si os gusta el senderismo y la naturaleza merece la pena hacerlo. Si no, no lo hagas, porque es cansado, durillo y si tienes un horario ajustado ten en cuenta que mínimo se llevará tres horas de tu día. Eso sí, en medio de la ruta te encontrarás cara a cara con una preciosa cascada que a mi gusto es la segunda más bonita de los Catlins.
Slope Point
Este es el punto más meridional de la isla sur de Nueva Zelanda, es decir, imposible ir más al sur. Aquí hay un típico cartelito situado encima de unos acantilados que te marca la distancia al Ecuador y al Polo Sur. En derredor lo único que verás serán campos y campos de ovejas. Para llegar tienes que ir por una carretera de grava hasta un aparcamiento, dejar ahí el coche y caminar unos veinte minutos.
Porpoise Bay y Curio Bay
Si Queenstown era la ciudad de mis ojos, Curio Bay es la bahía de mi corazón. Sé que para gustos, colores, pero para mí es de las mejores playas de Nueva Zelanda por toda la vida salvaje que concentra y por lo bonita que es.
Porpoise Bay y Curio Bay son una amplísima bahía que por un lado tiene un bosque petrificado de la era jurásica (¡toma ya!) y por el otro una playa amplísima de arena muy finita. Sin embargo, lo que más me gusta de este lugar es su fauna, pues me parece increíble que en una misma playa puedas encontrar en total libertad pingüinos, focas, leones marinos y delfines héctor.
Espera que lo repito: te puedes encontrar por la cara y sin esperártelo PINGÜINOS, LEONES MARINOS Y DELFINES TODO SIN MOVERTE DEL SITIO. ¿En qué lugar del mundo te encuentras todo eso mientras disfrutas de un día de playa? Además, si eres surfero este lugar te encantará, ya que en los Catlins el viento es un acompañante diario y las olas son grandes. Y si no eres surfero no pasa nada, ¡allí mismo tienes una escuela donde te enseñan! Nosotros tomamos una clase de la que salimos encantados y con más mono aún de surfear si cabía.
(puedes leer mi despedida a Curio Bay aquí).
Niagara Falls
Bueno, Niagara, sí, ajá… Esta «»»cascada»»» realmente es un riachuelo cuyo descubridor después de haber visitado las Niagara de América decidió llamarlas igual. Puedes saltarte la visita si quieres, o puedes visitar tremenda ironía. It’s all up to you!
McLean Falls
Mis cascadas favoritas hasta el momento. Las encontrarás después de una caminata de unos 20min (es decir, 40 minutos ida y vuelta). Estas son unas cascadas realmente impresionantes con varias caídas y bastante caudalosas, y eso que las vimos en verano. Además, puedes acercarte mucho a ellas. De verdad que se merecen muchísimo una visita, tus ojos te lo agradecerán.
Cathedral Caves
Esta es una visita que no pudimos hacer porque la pillamos cerrada, así que si queréis visitarlas os recomiendo que previamente miréis los horarios en su página web. Las Cathedral Caves son unas cuevas que sólo se pueden visitar en marea baja, por eso tienen un estricto horario.
Lake Wilkie Track
Este es o bien un track de cinco minutos o bien de una hora. Me explico: tienes dos opciones, o vas directamente al mirador y ves las vistas del lago, o bien haces una caminata de una hora para ver el lago y sus alrededores.
Adivinad qué opción escogimos nosotros…
Florence Hill Lookout
Parada obligatoria para los amantes de las playas. Y porque está al lado de la carretera y no tardas nada en llegar al mirador que da hacia una amplia y preciosa playa. Me consta que se puede bajar en coche.
Matai Falls
Estas en realidad son dos cascadas chiquititas que, bueno, si tienes tiempo y te hace ilusión verlas ve, pero tampoco son para tanto. Mucho menos después de haber visto las McLean…
Purakaunui Falls
Estas cascadas están a cinco minutos de la carretera (10 minutos ida y vuelta) y la verdad están bien. Más bonitas que las Matai Falls pero menos que las McLean. Aunque cuando nosotros fuimos tenían poco caudal. Seguro que su belleza crecerá exponencialmente a más agua lleven.
Jack’s Blowhole
Este «blowhole» es un un orificio de 55 metros de profundidad que se formó cuando una parte del techo de una caverna de mar colapsó. Este orificio se encuentra a 200 metros del mar.
Nugget Point
El punto final de la ruta por The Catlins.
Nugget Point es uno de mis lugares favoritos de Nueva Zelanda. Para acceder a él debes dejar tu coche en un aparcamiento y caminar unos 900 metros hasta llegar al faro que corona el acantilado. Las vistas hacia el mar son impresionantes. No hay foto que pueda hacer justicia al lugar, sólo puedes ir y disfrutarlo.
Además, si te fijas bien, podrás ver una colonia de focas jugando a orillas del mar. No olvides llevarte unos prismáticos, ya que están muuuy lejos.
Por todo esto The Catlins es mi lugar favorito de Nueva Zelanda. El tiempo que le quieras dedicar a The Catlins dependerá del tiempo que tengas. Yo creo que dos o tres días está bien si tienes pensado hacer alguna ruta de senderismo.
Aquí te nombro otras rutas por si te interesan:
- Catlins River Walk (5-6h) y Wisp Loop Walk (4-5h) ambas de dificultad avanzada.
- De Newhaven a Cannibal Bay track (5h, de dificultad avanzada).
- Owaka Walks son varias rutas que comprenden desde los 10min hasta los 45min. En ella hay túneles, cascadas, bosques y fauna. Echa un vistazo en Internet, quizás te interese alguna.
- Papatowai walks son dos rutas que comprenden desde los 40min hasta 1h.
- Tautuku walks son tres rutas que comprenden desde los 15min hasta los 30min.
Espero que os haya gustado The Catlins y que si algún día viajáis a Nueva Zelanda, le deis una oportunidad 🙂
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